El pretratamiento con plasma es actualmente un método habitual para la activación de superficies de plástico. Se trata de un procedimiento que mejora considerablemente la humectabilidad, posibilitando que tintas, pinturas, barnices y pegamentos puedan adherirse de forma segura a polímeros y otros sustratos. Además, el tratamiento con plasma no utiliza productos químicos agresivos, al tratarse de un procedimiento puramente físico.
¿Cómo funciona la activación de superficies por plasma?
Para garantizar la adherencia segura de capas de pegamento o de acabado sobre sustratos de plástico no polares, se les debe dar a estos la oportunidad de que se unan químicamente con aquellas. Para eso es preciso romper las cadenas de moléculas no polares que se hallan en la superficie del material.
En el proceso de activación por plasma se sopla aire comprimido a través de un electrodo, en cuyo cabezal se produce una descarga de alta tensión. En los equipos Arcospot®, la energía necesaria para esta tarea es suministrada por un generador semiconductor con un transformador externo. La descarga provoca la ionización del aire, generando el plasma.
Activación por plasma para la mejora de la humectabilidad
El plasma obtenido de ese modo es arrastrado desde el electrodo por una corriente de aire y llevado hasta la superficie del sustrato, donde provoca la rotura de las cadenas moleculares cerradas. Allí, los radicales libres producidos durante la generación del plasma pueden acumularse, formando moléculas polares que crean la base ideal para una unión química entre el sustrato y el pegamento, la tinta o la pintura.
De ese modo, la activación por plasma mejora la humectabilidad de la superficie y contribuye a un aumento considerable de la adherencia del sustrato. Sin este tratamiento previo, muchos plásticos no serían capaces de retener de forma duradera los barnices, tintas, pinturas y pegamentos que se les aplican.