Las superficies de plástico son por naturaleza homopolares y difícilmente humectables. Esto puede producir una mala adherencia del material de recubrimiento a las superficies en el lacado, estampación, pegado o en cualquier recubrimiento. La consecuencia puede ser un mal diseño de impresión, que la pintura se salte o se suelte lo pegado. Para evitar esto es necesario pretratar las superficies antes del recubrimiento. Hay diferentes posibilidades: tratamiento mecánico, como raspado o chorro de arena; pretratamiento químico, como lavado o utilización de agentes adhesivos (imprimación). En estos métodos hay que utilizar productos químicos. La eliminación de los desechos (parcialmente productos peligrosos) es necesariamente costosa. Por ello tienen cada vez más sentido los métodos de pretratamiento físico por corona, plasma o llama a presión atmosférica. Son económicos, se pueden realizar en línea, tienen bajos costes operativos y no requieren eliminación de desechos.